Ustedes se preguntarán el significado del árbol que hemos construido en nuestra aula. Sin dudarlo, el mismo es un símbolo. Desde hace mucho tiempo atrás, se asociaba los árboles con un poder de un dios. Se creía en esa época que, los dioses vivían en los árboles.
Sin entrar, en detalles sobre esta hermosa historia antigua, se pensaba que el árbol de manzana era el más poderoso: que si les interesa sobre el tema, podría contarles más en detalle en un próximo encuentro.
Simplemente, les quiero transmitir la idea simbólica de este árbol que hemos construido: es que todos somos capaces de dar frutos, y en abundancia. Debemos ser únicos, y totalmente necesarios. El destino, este año, nos unió, para que juntos crezcamos y saquemos de nosotros lo mejor que tenemos. Es una manera simbólica, real y concreta, de querer comenzar a cambiar el mundo, nuestro mundo y el de los demás. Nosotros podemos, a través de la ayuda de nuestros padres y docentes ( por eso cada manzana va acompañada por un escrito de papá y/o mamá que nos alienta todos los días a seguir) hacer un mundo más humano, lleno de personas únicas capaces de ser necesarios e imprescindibles.
Si yo logro, que mi manzana brille en su máximo esplendor, habré transformado mi mundo y, sin quererlo quizás, el mundo de los que me rodean. Yo creo, que es el secreto para ser ¡verdaderamente feliz ! Que todas nuestras energías se dirijan a acrecentar todo lo valioso que tenemos. Imagínense: ¡ Qué distinto sería nuestro mundo, si todos pensáramos así!, y actuáramos en consecuencia.
Los quiero mucho.
Javier
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